Hacía solo unos cuantos días se habían consagrado campeones de la Copa Libertadores y se esperaba una gran celebración en La Bombonera, pero aún quedaba pendiente un último partido de liga por jugarse, por lo que se decidió enviar a un equipo que alternaba juveniles con algunos suplentes del primer equipo. Esta decisión terminó costando una derrota por 7-2 ante Rosario Central, la cual es una de la peor goleada que recibió Boca Juniors en este siglo.
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El DT Carlos Bianchi, junto con figuras como Abbondianzieri, Tevez, Barros Schelelotto, y Schiavi, se quedaron en Buenos Aires festejando la copa, mientras que en el Estadio Gigante de Arroyito, Oscar Redenhardt fue como interino a dirigir a la escuadra alterna del club. Al término del primer tiempo, el equipo Xeinenze ya iba perdiendo 4-0.
En el partido destacó la actuación del delantero Luciano Figueroa, quien se despachó con 5 goles durante el duelo. Gracias a este triunfo, el club de Rosario logró cerrar su clasificación a la Copa Libertadores del año siguiente, ya que se ubicó como uno de los mejores equipos en el acumulado. Por su parte, Boca se vio las caras ante Cienciano por Recopa Sudamericana al año siguiente.
