Imagina ser un país fanático del fútbol y que los equipos de tu nación no puedan ser reconocidos por el máximo ente mundial del fútbol: la FIFA. Este es el caso de Groenlandia, país reconocido por sus gélidas temperaturas por su ubicación geográfica.
Aproximadamente el 10% de los pobladores del país europeo son fanáticos del deporte rey. A pesar que las temperaturas no sean impedimento para ellos en caso quieran jugar al fútbol, el ser reconocidos por la FIFA es algo poco probable, pues no pueden cultivar césped natural.
En tiempos de verano, la máxima temperatura que puede alcanzar dicha nación es de 10 grados centígrados. El tiempo ideal para que puedan jugar al fútbol es a finales de mayo y mediados de setiembre, y solo en canchas de tierra batida o césped artificial.
Las plagas de musgo y la gran cantidad de agua de deshielo, hacen que sea imposible para los futbolistas jugar un partido de manera profesional, pues se hunden los pies hasta los tobillos y no hay manera de que se juegue así.
De igual forma, Groenlandia sabe sobreponerse a las adversidades y tienen su propia liga de fútbol, que se juega en tan solo unas semanas y con un formato distinto al conocido. Son 5 torneos regionales, 8 equipos pasan a una fase final que consta de 2 grupos de 4. Estos últimos son los que luchan por el título.
El país más septentrional de Europa trata de acomodarse a las situaciones que están, quieran o no, obligados a sobrellevar. A pesar de no estar reconocidos por la FIFA ni la UEFA, no dejan de mostrar su pasión por el deporte que mueve más pasiones en el mundo.