Sporting Cristal tuvo un inusual estreno en el Descentralizado de 1997. En Pucallpa, sobre una cancha completamente inundada por la lluvia, el entonces tricampeón del fútbol peruano, protagonizó un accidentado pero recordado debut en el Torneo Apertura ante La Loretana.
25 años han pasado de ese insólito partido. Fue el 23 de febrero de 1997. Durante la previa del encuentro, resultaron inútiles los intentos por quitar el agua de la superficie de juego. La cancha seguía siendo una piscina. El partido, que increíblemente no fue postergado, arrancó en esas condiciones.
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Sobre un terreno donde no se podía jugar un fútbol mínimamente fluido, porque la pelota no rodaba ni siquiera un centímetro, la llave del gol de ambos equipo se encontró en el punto de penal. En el primer tiempo, La Loretana se adelantó desde los doce pasos y, en la segunda parte, Sporting Cristal igualó con la misma fórmula.
El partido, lejos de ser una demostración de futbol profesional, era simplemente una escena de 22 hombres intentando mover con los pies un balón sobre el agua. Uno de estos: Nolberto Solano, que se diferenció del resto, dadas las circunstancias, por un golazo lleno de ingenio. El exvolante celeste recibió un pase, pero no controló el balón, sino lo levantó para impactarlo en el aire con un derechazo. La pelota voló 30 metros hasta colarse, por encima del portero, en el arco pucallpino.
El ingenio, acompañado de toda la técnica, de Solano, crearon un golazo. El exmediocampista fue la solución para Cristal en un partido imposible. Gracias a ese auténtico tanto, el equipo bajopontino ganó su primer duelo oficial del año 1997. Días antes, en el debut de la Libertadores, había igualado sin goles frente a Alianza Lima, en lo que fue el inicio de su inolvidable campaña exitosa hacia el subcampeonato continental.
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