El fútbol húngaro también tuvo su época dorada: denominados por aquel entonces los ‘Mágicos Magiares’, Ferenc Puskas y Sandor Kocsis, fueron los pilares principales de que Hungría le compitiera de igual a igual a cualquier selección potencia del fútbol de aquel entonces, como lo eran Alemania Federal o Inglaterra.
Dicho dúo tuvo su máximo esplendor en el Mundial de Suiza 1954: Kocsis anotó 11 goles, siendo así el máximo goleador de dicha competición. Los jugadores de la época mencionaban que el húngaro tenía un juego de cabeza espectacular, único en el mundo.
De los 11 goles marcados, le anotó cuatro a Alemania, convirtiéndose así, en el tercer jugador en anotar un ‘póker’ en la historia de los Mundiales, solo por detrás de Ernst Wilimowski, de Polonia en Francia 1938 y de Ademir, de Brasil, en Brasil 1950.
También los goles anotados le sirvieron para ser uno de los jugadores más destacados de Suiza 1954; sin embargo, el premio a mejor jugador lo recibió Puskas, pues era el principal referente de los ‘Mágicos Magiares’.
‘Cabeza de Oro’, como era conocido Sandor Kocsis, debutó en primera a los 17 años de edad, en Ferencvaros. Su capacidad de juego aéreo era algo nunca antes visto, por eso se ganó el apelativo anteriormente mencionado.
A pesar de la dupla Puskas – Kocsis, en la final, frente a Alemania, no puedieron derrotarlos, aunque ya lo habían hecho en la fase de grupos y por goleada 8 – 3, quedándose Hungría como subcampeón del torneo.