La Copa del mundo de 1970 siempre será recordada por todas las historias que se escribieron en sus canchas. Una de esas, y quizás, la más trascendente tras el histórico Brasil de Pelé, fue el bautizado ‘partido del siglo’. Este encuentro tuvo lugar en la semifinal, en donde las selecciones de Italia y Alemania Federal protagonizaron un partidazo de infarto con 7 goles.
El 17 de junio de 1970, habían más de 100 mil aficionados presentes para presenciar este choque de gigantes europeos. En buena parte, habían mexicanos que se encontraban dispuestos a hinchar por Alemania, ya que Italia había dejado fuera a su selección en los cuartos de final. El encargado de dirigir el encuentro fue el peruano Arturo Yamasaki Maldonado.
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El partido del siglo: dos gigantes Europeos colisionan
En apenas 8 minutos, los ‘azurri’ ya se habían adelantado en el marcador. Un fuerte zurdazo desde fuera del área de Roberto Boninsegna venció al meta alemán y puso el 1-0 en el partido. A lo largo del partido la selección italiana se dedicó a defender el marcador, aguantando los ataques de los alemanes. Tanto era el afán de ganar y la tensión en el partido que Franz Beckenbauer, jugó desde el minuto 61 con un cabestrillo improvisado en el hombro.
El empate se resistiría en llegar hasta los minutos finales del encuentro. En el minuto 90, el defensor Karl-Heinz Schnellinger apareció sorpresivamente dentro del área y remató cual delantero centro para enviar el partido directo al alargue.
En el tiempo suplementario haría presencia el temible Gerd Müller. Tras un córner que parecía no llevar mucho peligro, el ‘torpedo’ alemán se avivó para robar el balón en el área de Italia y rematar a pocos metros del arco. Así, Alemania pasaba al frente en el marcador.
La alegria le terminaria durando poco al equipo que vistió de blanco y negro esa tarde. Primero Burgnich, y luego Luigi Riva, pondrían a Italia por delante del marcador antes del final del primer tiempo suplementario. Empezaban los 15 minutos finales del encuentro y de nuevo Alemania tenía la misión de empatarlo, y también de nuevo, apareció Müller para poner paridad en el marcador.
Finalmente, volvería a ser efímera la alegría de los alemanes, apenas un minuto después de ser anotado el empate, Gianni Rivera pondría el balón bajo los tres pasos tras una gran jugada de Boninsegna. Finalmente el marcador quedaría 4-3 en favor de los italianos, con 5 goles anotados en el tiempo extra. En conmemoración a este encuentro, hay una placa fuera del Estadio Azteca inmortaliza el ‘Partido del Siglo’.