La final de la Copa de Europa en el 2005 sería disputada en Estambul y protagonizada por dos auténticos gigantes europeos. Liverpool y Milan se enfrentaban para definir al futuro campeón del Viejo Continente. El equipo italiano lucía como el gran favorito, pues llegaba como campeón de Italia y con un plantel plagado de estrellas: Kaká, Maldini, Pirlo, Shevchenko, entre otras.
Si bien el Liverpool también presentaba un plantel con muchos nombres atractivos, la realidad del club inglés era muy distinta a la de los ‘Rossoneri’. Los ‘reds tuvieron que empezar su camino en aquella Champions desde las rondas previas de clasificación. El equipo, que contaba con Steven Gerrard como su principal figura, llevaba más de 20 años sin ganar títulos en competiciones internacionales.
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El comienzo de una remontada épica: El milagro de Estambul.
El comienzo del partido fue demoledor por parte del Milan. El cuadro italiano se fue del primer tiempo con un marcador a favor de 3-0, con goles de Maldini y Crespo (doblete). Al cabo de 45 minutos, la copa ya parecía tener dueño, pero el Liverpool no habría dicho su última palabra, ya que el elenco dirigido por Rafa Benítez, a solo 12 minutos de empezar el segundo tiempo, ya se había puesto 3-2.
Aquel Milan que lo dirigía Carlo Ancelotti, técnico que se volverá a ver con el Liverpool en esta edición de la final de la Champions, vería su ventaja de 3 goles convertirse en un empate cuando Steven Gerrard fue derribado en el área. Xabi Alonso fue el encargado de patear el penal, el cual, a pesar de ser atajado con Dida, terminaría en gol después de que el español lograra rematar el rebote.
En el tiempo suplementario, se haría grande la figura del aquero polaco Jerzy Dudek, quien impediría que el Milan volviese a tomar ventaja en el partido. Ya en los penales, la final soñada para los favoritos se terminaría por convertir en pesadilla: dos atajadas del portero del Liverpool le permitieron a los reds una de las finales más épicas de la competición. El ‘You Will Never Walk Alone’, sonó fuerte en el milagro de Estambul.