José Luis Chilavert fue uno de los mejores porteros sudamericanos de su época. Su habilidad bajo los 3 palos era indiscutible para todo aquel que lo vio jugar. Sin embargo, no fue precisamente solo por eso que resaltó: sus lanzamientos de falta y penales que pateaba hicieron que pase a ser una leyenda del fútbol mundial.
En Francia 98 fue el capitán de la selección paraguaya y, además, se convirtió en el primer portero en lanzar un tiro libre directo. Según sus propias declaraciones, señala que hay una cosa de la que se siente completamente orgulloso y es “haber cambiado la imagen del portero”, pues demostró que un guardameta puede hacer más e incluso decidir un partido.
A pesar de que su selección no fue más allá de los octavos de final de la Copa del Mundo, al perder contra el anfitrión, Francia, Chilavert pudo destacar y ser elegido como el mejor portero con solo 4 partidos jugados. 3 de ellos en fase de grupos frente a España, Nigeria y Bulgaria.
De hecho, fue el atajador que más goles anotó en la historia hasta el 2006, año en el que lo superó el brasileño histórico del Sao Paulo, Rogerio Ceni. Si bien es cierto su récord se rompió, no dejará de ser una leyenda como el pionero que se atrevió a hacer lo impensado para muchos.